domingo, 4 de septiembre de 2016

Síntomas y cambios físicos que experimenté en mi embarazo

Cuando estaba buscando a mi bebé días antes de bajarme el periodo empecé a buscar síntomas por internet que me pudieran hacer pensar que estaba embarazada. Uno de los primeros síntomas en el  que me hizo sospechar a las tres semanas es el "superolfato" podía oler una colonia a bastantes metros de distancia. Pero buscando en internet ví que otro de los primeros síntomas, por las hormonas, es que la ramificación de venas que llegan hasta el pecho se oscurece y alrededor del pezón salen unos granitos blancos y !bingo¡ yo lo tenía. Los días antes de mi temido periodo empecé a notar pinchazos y cólicos como si me fuera a bajar, así que, esperé un par de días después que no me bajara el periodo (dos, ya que yo soy muy regular) y, efectivamente, estaba embarazada.

A las 5 semanas aproximadamente empecé a aborrecer ciertos olores y comidas como, por ejemplo, el pescado provocándome náuseas sobretodo por la noche. Estos síntomas menos mal que desaparecieron como en la semana 14.

A las 8 semanas experimenté un cambio en mi piel (para mejor, aunque algunas les pasa lo contrario) mi acné desapareció de mi cara y mi pelo se volvió más brillante y voluminoso. No se si era por el cambio hormonal o por las pastillas de ácido fólico pero mucha gente me lo llegó a comentar. También de repente, me salió pelo en lugares insospechados como la tripa (me dijo la esteticien que no me los quitará que luego después del parto se caen solos).
Dolor de espalda al levantarme, ya se que era muy pronto, este dolor de espalda no era por el peso del bebé sino porque el cuerpo experimenta cambios y movimientos en los huesos y nervios y justo me cogía el ceático. En esta semana ya se me notaba un poco el embarazo, hubo quien se atrevió a preguntárselo y me decían que esa tripa era demasiada redonda para ser de gordi ;). El flujo vaginal aumentó y se volvió más blanquecino. Y, sobretodo, tenía mucho cansancio y muchas ganas de dormir todo el día, los olvidos "tontos" y estar "en otro mundo" era frecuente y no es que estuviera más "tonta" como algunos dicen sino que el cuerpo está trabajando y poniendo su energía en otra cosa.

A partir de la semana 16 empecé a notar movimientos muy suaves del bebé y a tener mucho más apetito. Empecé a notar cambios de humor de pasar de la egría absoluta a la lágrima viva, muchas cosas me afectaban (no podía ver las noticias de la televisión porque me ponía triste muchas cosas). Sobre la semana 22 sí papá ponía la manita ya notaba los movimientos.

A partir de la semana 25 empecé a notar dolor más intenso en la espalda, algunos "pinchazos" en mi útero que ilusa de mi pensaba que eran pataditas de mi bebé y según la ginecóloga eran contracciones, ardor de estómago por las noches en la cama y pasé de dormir como un lirón a tener insomnio. Así que me mandaron a casa hacer vida tranquila porque según la doctora era muy pronto para notar las contracciones y se unía el insomnio y cansancio que podía hacer que aumentaran. Se supone que en el segundo trimestre las embarazadas están más desbordantes de energía pero no era mi caso.

Sobre la semana 30 notaba alguna contracción y dolor pélvico, sí como si me hubieran pegado una patada ahí. Noté como mi cuerpo empezó a hincharse y mis labios aún más. Los dolores de espalda fueron intensificándose, el ardor de estómago, y las manos se me quedaban dormidas cuando dormía. A pesar que era invierno, con los cambios hormonales, cogí intensidad en el color de las pecas de la cara y un tono de piel muy bonito. Los movimientos del bebé se notan cada vez más y el volumen de embarazo. !Vamos que estaba hecha una flor!

 A partir de la semana 34 las contracciones se volvieron más intensas y dolorosas. Me seguí hinchando, sobretodo la cara, manos, labios, es decir, que "tenía cara de parturienta". Unos días antes de dar a luz tuve la pérdida del tapón mucoso.

A pesar de todo esto yo me sentía la mujer más afortunada y más bonita del mundo. En otro post os contaré cómo aprovechar el tiempo o ahuyentar preocupaciones estando de reposo en casa.

Estos son los síntomas que yo tuve y cualquier mujer puede experimentar los mismos u otros distintos, cualquier síntoma que vayáis identificando no lo paséis por alto es bueno que comentéis al ginecólogo para que pueda evaluar el estado y vuestro bienestar en el embarazo.








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